¿Cómo prevenir enfermedades cuando viajamos a países tropicales?
¿Te vas de luna de miel a un país tropical durante 3 semanas? ¡Felicidades! Para asegurarse de que su estadía sea inolvidable y que tenga algo más en Instagram que los baños en todo el país, hay algunas reglas que debe observar antes y durante la estadía.
Cuando viaja a un país tropical, tiene entre un 15 y un 70% de riesgo de enfermarse. Para las patologías que la mayoría de las veces no son graves, no se preocupe, pero que aún pueden estropear el placer. Centrémonos en los dos principales factores de riesgo, que son lo que come (agua y alimentos) y los insectos vectores de virus.
Riesgos de alimentos y agua
Estos jugos de frutas que se venden al costado de la carretera son muy tentadores, pero tendrás que renunciar a ellos. ¿Por qué? Porque no sabes en qué condiciones se prepararon las frutas ni con qué agua se enjuagaron.
Si contienen cubitos de hielo, ¡es peor! El agua contaminada es de hecho el vector de bacterias y virus muy hostiles: ameba, cólera, tifoidea… ¿continuamos? Más concretamente, el enemigo n ° 1 del viajero es el turista. Sin embargo, esta diarrea más o menos aguda que afecta a 1 de cada 2 personas durante una estancia de 3 semanas se puede prevenir respetando algunas normas de higiene:
- lavarse las manos (con agua limpia o un gel hidroalcohólico) sistemáticamente antes de las comidas y después de las necesidades naturales;
- evitar, o incluso prohibir, las frutas y verduras que estén crudas o que usted no haya pelado; helados y cubitos de hielo; comida poco cocida; platos muy picantes si no estás acostumbrado. ¡Estas son las reglas para disfrutar de la cocina local!
- Beba agua embotellada (descorchada frente a usted) o agua purificada con desinfectante. Te habrás cuidado de planificar el tiempo de acción del producto, que varía de 15 minutos a 2 horas.
Si a pesar de estas precauciones se sienten los primeros síntomas conocidos, es absolutamente necesario beber mucho para rehidratarse. Líquidos dulces y salados, y agua potable, por supuesto.
Los riesgos asociados con los mosquitos y otros insectos.
El otro placer de los viajes exóticos son las bestias de las que podríamos prescindir, entre las que destacan los mosquitos. Estos últimos son potencialmente vectores de enfermedades virales y parasitarias que deben tomarse muy en serio: malaria, fiebre amarilla, dengue o incluso chikungunya. Dependiendo de las regiones a las que viaje, el riesgo real que corre varía: estará mucho más expuesto en el bosque y en áreas aisladas que en la ciudad. Para protegerse contra esto, el plan de ataque incluye 3 fases: antes, durante y después del viaje.
Antes de la salida, saque su cartilla de vacunación y haga un balance de las enfermedades y riesgos en su país de destino. Puede consultar los archivos de países de Cimed. En algunos países, la vacunación previa es obligatoria, especialmente contra la fiebre amarilla. En ocasiones se recomiendan encarecidamente otras vacunas: difteria, tétanos, polio.
Bajo consejo médico, también puede seguir un tratamiento preventivo contra la malaria que le acompañará antes de la salida y durante su estancia.
En el acto, use repelentes de mosquitos en el cuerpo. Y en caso de exposición fuerte, use ropa protectora cubierta con repelentes, ¡sin mencionar el mosquitero impregnado por la noche! Y continúe con su tratamiento si lo tiene.
Como cantaron los Extraños, los insectos son nuestros amigos, ¡aunque con algunas excepciones! Lo haríamos sin, por ejemplo, encontrar ciertas garrapatas, que es probable que encuentre en áreas rurales o en el bosque. Contra las garrapatas, la mejor prevención es vestirse con ropa que cubra y examinarse a fondo después de una salida.
Cuando vaya de excursión o vivaquea, tenga cuidado con los zapatos y la ropa colocados en el suelo: ¡a los escorpiones y arañas les encanta este tipo de rincones! Además, evite caminar descalzo en agua dulce y en las playas.
A tu regreso, en caso de fiebre debes consultar urgentemente, especificando las condiciones a las que has estado expuesto.
¿Qué poner en tu botiquín de primeros auxilios además de tu posible prescripción médica?
Un analgésico, un antidiarrea, un repelente de mosquitos, un termómetro (a veces se tiene la sensación de tener fiebre cuando hace mucho calor) una pinza (contra las garrapatas), protector solar, un desinfectante para el agua, suero fisiológico, cualquier tratamiento médico al que se esté sometiendo.
Por último, un seguro de viaje que cubra los gastos médicos y la repatriación en caso de un problema es más que recomendable, porque más vale prevenir que curar… ¡Y buen viaje!